Gerardo fue un deux ex machina que vino a sustituir a una ilustradora que nos iba a dar un diplomado de ilustración científica que iba a matar de hueva a una generación de ilustradores mexicanos. El primer día ella renunció y Gerardo vino a bordo, cayéndonos del cielo y dándonos un gran diplomado sobre muchos tipos de ilustración.
De cualquier forma no nos libramos del todo del apasionante mundo de la ilustración científica y Gerardo nos puso a medir bichos y hacerlos bien igualitos. Yo trabajé con un sapo seco que me encontré en Oaxaca, hace ya millones de años, que ahora subo para demostrar que puedo hacer sapitos. De izquierda a derecha: el sapo escaneado, hecho con acrílicos, con acuarela y a lápiz.
Aquí, un acercamiento gore a las costillas expuestas, brrr.
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